En Guatemala, más de 1.5 millones de personas viven con alguna discapacidad, lo que equivale al 10.4 % de la población mayor de 4 años, según datos del CONADI (2024). Este sector enfrenta barreras significativas para su participación en el mercado laboral, perpetuando desigualdades sociales y económicas. La falta de oportunidades laborales no solo limita su desarrollo personal, sino que también representa un desafío para la construcción de una sociedad inclusiva y equitativa.

A nivel mundial, la situación no es menos alarmante. Según la OMS, el 15 % de la población global, es decir, 1,000 millones de personas, tiene alguna discapacidad, y la mayoría experimenta resultados socioeconómicos desfavorables. Frente a esta problemática, se hace indispensable implementar iniciativas que promuevan la inclusión laboral y reconozcan a las personas con discapacidad como un talento valioso para las empresas y la sociedad en general.

El desafío del empleo formal para las personas con discapacidad

El acceso al empleo formal sigue siendo un reto enorme para las personas con discapacidad en Guatemala. La discriminación, los prejuicios y la falta de adaptaciones razonables en el lugar de trabajo son algunas de las principales barreras. Según datos de Naciones Unidas, 7 de cada 10 personas con discapacidad, no trabajan.

Para muchas personas con discapacidad, encontrar un empleo formal no solo significa enfrentar procesos de selección diseñados sin considerar sus necesidades, sino también lidiar con entornos laborales que carecen de infraestructura o políticas inclusivas. Esta exclusión laboral limita sus oportunidades de generar ingresos estables, acceder a beneficios como seguridad social y construir una vida plena y autónoma.

La situación también afecta al tejido social, ya que perpetúa estigmas y refuerza la marginalización de un grupo que tiene el potencial de aportar significativamente al desarrollo económico y social del país.

Una respuesta innovadora: ¡Démosle CXANCE a la discapacidad!

En este contexto surge el proyecto «¡Démosle CXANCE a la discapacidad!», una iniciativa pionera en Guatemala lanzada en agosto de 2024. Este programa, desarrollado por el Programa Valentina en colaboración con Plural Inclusivo, responde a las necesidades de un sector que históricamente ha sido excluido del ámbito laboral.

El proyecto busca transformar la realidad de las personas con discapacidad promoviendo su inclusión laboral efectiva, permitiendo un trabajo formal digno con un salario justo, según información de las Naciones Unidas, las personas con discapacidad, tienden a ganar menos que la media, lo cual afecta directamente en su calidad de vida.

El enfoque innovador de «¡Démosle CXANCE a la discapacidad!» radica en ofrecer un modelo inclusivo que no solo se limita a generar empleos, sino que también brinda formación, acompañamiento y herramientas tanto para los participantes como para las empresas. Así, se crea un puente que facilita la integración de las personas con discapacidad en el entorno laboral.

Impacto positivo: Más allá del empleo

El proyecto tiene una visión transformadora que beneficia a todos los involucrados:

  • Para las personas con discapacidad: Generar empleo significa abrir la puerta a la autorrealización, fortaleciendo su autonomía, autoestima y calidad de vida.
  • Para las empresas participantes: Organizaciones como Banco Industrial, Cemaco, La Torre, Progreso, BAC y McDonald’s se han sumado al programa, demostrando que la inclusión no solo es una responsabilidad social, sino también una estrategia para enriquecer la diversidad, creatividad y cohesión en sus equipos.
  • Para la sociedad en general: Este tipo de iniciativas construyen una sociedad más equitativa, donde se valora el aporte de cada individuo, independientemente de sus capacidades físicas o cognitivas.

Respondiendo a las necesidades de la sociedad

En una sociedad que aspira al desarrollo sostenible, la inclusión laboral de personas con discapacidad no es solo un acto de justicia, sino una necesidad estratégica. «¡Démosle CXANCE a la discapacidad!» se posiciona como una respuesta concreta a este desafío, alineando su propósito con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, particularmente con el objetivo de reducir desigualdades.

Este proyecto no solo genera empleos, sino que redefine paradigmas, demostrando que las barreras para la inclusión pueden derribarse con compromiso, innovación y colaboración. Su impacto va más allá de los números: transforma vidas, cambia percepciones y fortalece el tejido social de Guatemala.

Un llamado a la acción

El éxito de iniciativas como «¡Démosle CXANCE a la discapacidad!» depende de la participación activa de todos los sectores de la sociedad. Empresas, instituciones y personas individuales tienen la oportunidad de sumarse a este esfuerzo, contribuyendo a construir un país más inclusivo y justo.

La discapacidad no debe ser vista como un obstáculo, sino como una oportunidad para demostrar el poder de la diversidad y la resiliencia. Con proyectos como este, estamos un paso más cerca de una Guatemala donde todos tengamos un lugar y una oportunidad.